Los conectores discursivos

Son un tipo de marcador discursivo que conectan lógicamente dos o tres enunciados, así que tienen un papel fundamental en el proceso de argumentación.

Encima introduce una valoración subjetiva de carácter negativo que no tiene además. Es más propio de la lengua hablada.

• Un profesor explica a sus alumnos las cosas que tienen que llevar al campamento:

Ejemplo: Hay que llevar medicinas, linterna y, además, una mosquitera.

• Uno de sus alumnos explica a sus padres las cosas que tiene que llevar al campamento:

Ejemplo: Hay que llevar medicinas, linterna y, encima, una mosquitera.

Aportan un valor subjetivo introduciendo un argumento inesperado y sobre el que se emite un juicio de manera enfática. Equivalen a la expresión la gota que colma el vaso.

Ejemplo: El pobre Gerardo está fatal. Primero se tuerce el tobillo, luego lo de la gripe y, por si fuera poco, ahora le dicen que es alérgico al cristal…

Usamos estos marcadores para añadir información muy precisa y relevante, que sigue la misma línea de la argumentación.

Ejemplo: Bueno, bueno, Paco… ¡qué bien me lo pasé en la cena de navidad de la empresa! Mira, había de todo. Canapés, un montón de aperitivos, bebida a voluntad, incluso un grupo de música en directo. Y hasta el informático, con lo tímido que es, se atrevió a salir a bailar a la pista.

Cuando un argumento que añadimos es negativo, empleamos ni siquiera.

Ejemplo: Yo pienso quedarme en mi casa. Tengo cosas más importantes que hacer que ir a esa cena con esa gente. Ni siquiera pienso llamar para disculparme.

Pueden ser de dos tipos: los que mantienen la conexión con la causa (como por ello y de ahí que) y los que no (como pues o por consiguiente).

Ejemplos:

• No se encontraron pruebas que vincularan con los hechos a la acusada, que quedó, por consiguiente, libre de todo cargo.
• La explosión fue provocada por un escape de gas. De ahí el estado de la casa.
• No se pudo demostrar, pues, a ciencia cierta, la culpabilidad del sospechoso.
• No se confirmó su identidad, por lo que fue dejada en libertad sin cargos.
• Los implicados son personajes famosos. La audiencia fue, por esa razón, celebrada a puerta cerrada.
• La acusación mantiene que ella es la culpable y que debería, en consecuencia, hacerse responsable de todos los daños.
• La sospechosa ha acusado al juez de corrupto, de modo que tendrá que declarar por sus acusaciones.

Aunque, a pesar de y pese a pueden ir seguidos de indicativo o de subjuntivo.

SI bien requiere siempre indicativo.

Pese a y Si bien pertenecen al registro formal.

Ejemplos:

• A pesar de saber que David es alérgico, Manu le preparó un gazpacho con ajo.
• Pese a su alergia al ajo, David no quiso hacerle un feo y se lo tomó todo.
• Pese a que sabe que tiene alergia al ajo, se lo tomó todo.
• Si bien no le gusta el ajo, se bebió todo el gazpacho.
• Aunque es alérgico al ajo, por suerte no tuvo ninguna reacción.

A excepción de pero, estos conectores no actúan en el nivel de la oración, sino que unen párrafos. Suelen ir precedidos de un punto o aparecer en el inicio de un párrafo, introduciendo un argumento opuesto a todo lo anterior.

Ejemplo:

• David y Manu no tienen los mismos gustos. Sin embargo, son buenos amigos, incluso han decidido compartir piso.
• Estos conectores tiene una particularidad: una gran libertad de movimiento dentro de la frase, a excepción de pero y ahora bien, que tienen fija su posición al principio.
• Aun así, David prefiere ser él el que cocine.
• David, aun así, prefiere ser él el que cocine.
• David prefiere, aun así, ser él el que cocine.
• David prefiere ser él el que cocine, aun así.

Marcan el contraste entre argumentos, en cuyo caso son intercambiables, o la contradicción, en cuyo caso sólo usamos por el contrario.

Ejemplos:

• David no cuida su aspecto, en cambio/por el contrario, Manu presta mucha atención a su apariencia.
• Dicen las malas lenguas que David es un bruto, por el contrario, es dulce y amable a menos que se sienta atacado.

Este conector equivale a decir no ante una pregunta o afirmación formulada anteriormente, para después introducir el argumento opuesto al que la pregunta o afirmación implicaba.

Ejemplo:

- ¿Te molesta la luz?

- Al contrario. Veo mucho mejor ahora.